jueves, 29 de noviembre de 2018
De la madeja al ovillo
Hay cosas que tal vez para algunas personas sean una obviedad, pero cuando hace varios años empecé a escribir este blog, tuve como principio no dar nada por sentado, así que voy a seguir fiel a mi estilo.
En la entrada anterior les conté que alguno de los materiales que podemos usar para tejer son el hilo y la lana. Es muy posible que cuando lo compren ya esté listo para empezar a trabajar, pero también puede ser -o al menos es lo más común en mi país- que lo que se lleven a su casa sea una linda madeja que previamente deberán convertir en un ovillo, a ese proceso se lo conoce como "devanar".
Hay unas maquinitas super prácticas para hacer este proceso en forma semi-automática, pero para serles sincera jamás tuve acceso a una de ellas, así que les voy a contar como se hace con el estilo casero.
Lo más importante de este proceso es abrir bien la madeja para que no se enrede. Primeramente desenroscamos esa especie de nidito que nos entregaron (como el que se ve en la primera foto) y nos aseguramos de lograr un círculo prolijo. Yo les hice un lindo corazoncito para que la foto quede más vistosa, pero lo que hay que lograr es un simple círculo ;-)
El segundo paso es encontrar un voluntario que preste sus bracitos sin cansarse hasta que terminemos nuestra tarea. Cuando era chica, era muy común ver a mis hermanas o a mí poniendo los brazos para que mamá devanara la lana para nuestro próximo sweater. Mi descendencia no es tan paciente, así que yo recurro al respaldo de una silla. Cualquiera sea el método (manos voluntarias o respaldo de la silla), hay que usarlo para sostener la madeja y poder ir girando alrededor mientras formamos el ovillo enrollando la lana.
Pero antes de llegar a ese último paso, una vez que la madeja está sostenida y no hay posibilidad de que se enrede, hay que buscar las ataduras que sostienen la madeja y cortarlas. Por lo general tiene dos o tres. Una de ellas corresponde al final y principio de la madeja, así que será de una de esas puntas, la que debemos empezar a girar al principio alrededor de nuestra mano y luego ir formando el ovillo (o pelotita) de lana.
Nota para lectores "intermedios": Si dominan el devanado, pero nunca se dieron cuenta de este dato, les comento que por lo general podemos dividir la madeja en dos partes casi iguales si nos guiamos por el cruce de las ataduras (donde se juntan para formar el ocho que sostiene la madeja es usualmente la mitad del hilado).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario