El tiempo entre costuras

Para inaugurar esta nueva sección del blog, que mejor que recomendarles una serie española que empecé a ver hace poco y me atrapó.

Se trata de "El Tiempo entre Costuras", basada en el libro de María Dueñas en la que se cuenta la vida de una joven costurera que abandona Madrid antes de que se desate la Guerra Civil española.

En el primer capítulo Sira, su protagonista, cuenta cómo se inició en el arte de la costura.

"Comencé con lo más simple: presillas, sobrehilados e hilvanes flojos. Después vinieron los ojales, los pespuntes y dobladillos. Y poco a poco me inicié en el manejo del corte y la confección de las partes más delicadas: Aprendí a montar cuellos y solapas..."

Acá les dejo un vínculo al avance oficial de la serie, que si bien ya terminó en Antena 3 de España, se puede disfrutar por otros medios.

Empezamos a coser: Punto de Ojal

El punto de ojal es un punto que se realiza de izquierda a derecha sobre el borde de la tela. Se usa para adornar o dar una terminación prolija a los trabajos. En su versión de puntadas muy juntas, es el utilizado para la confección de ojales a mano.

Empezamos a coser: Punto de Sobrehilado o Surfilado

El punto de sobrehilado o surfilado se aplica sobre los bordes de las telas. Puede usarse únicamente para darle una terminación que evite que los bordes se deshilachen (aplicando el punto sobre el borde de una sola tela) o para unir dos o más telas al tiempo que se les da esta terminación (se aplicaría en forma conjunta a todas las capas de tela).

Empezamos a coser: Punto Pespunte

El pespunte es un tipo de puntada resistente que se utiliza para unir dos o más piezas de tela. Consiste en una serie de puntadas encadenadas y se realiza de derecha a izquierda.

Empezamos a coser: Punto Hilván

Como puede verse en la última foto del gráfico, el punto hilván es una variación -con puntadas más largas- del punto de bastilla y, al igual que aquel, se realiza de derecha a izquierda.

Se utiliza para unir temporalmente dos o más telas y para marcar los contornos de un molde o patrón en el que no nos resulte suficiente marcarlo con tiza de un sólo lado de la tela. Generalmente antecede a una costura definitiva realizada a máquina o con otro tipo de puntada manual, como por ejemplo un pespunte.

Empezamos a coser: Rematamos la costura con un nudo enrollado en la aguja

Una tercera forma de rematar la costura, además de la puntada doble y del nudo tradicional, es hacerlo mediante un nudo que se forma enrollando el hilo sobre la aguja

1) Una vez que llegamos al final de la línea que pensábamos coser (cualquiera sea el punto utilizado), realizamos una pequeña puntada hacia atrás, sacando nuevamente la aguja por la última puntada dada.

2) Enrollamos el hilo alrededor de la aguja hasta completar 3 vueltas.

3) Empujamos la aguja por entre el hilo enrollado sujetándolo con la mano izquierda para que no se desarme.

4) Tiramos del hilo y apretamos el nudo recién formado contra la tela

5) Cortamos el hilo restante dejando un pequeño extremo para evitar que el nudo se deshaga.

Empezamos a coser: Rematamos la costura con una puntada doble

Así como para sujetar el hilo al inicio de la costura se puede usar una puntada doble, lo mismo se puede hacer para rematar una costura. De esta manera se obtiene una terminación prolija (en especial para telas delicadas y transparentes).

1) Una vez que llegamos al final de la línea que pensábamos coser (cualquiera sea el punto utilizado), realizamos una pequeña puntada hacia atrás, sacando nuevamente la aguja por la última puntada dada.

2) Realizamos una segunda puntada repitiendo el mismo recorrido, obteniendo una segunda puntada superpuesta a la primera

3) Cortamos el exceso de hilo dejando un pequeño extremo.

Si se quiere reforzar esta terminación, pueden aumentarse el número de puntadas superpuestas

Otras formas de rematar la costura son por medio de un nudo simple y de un nudo enrollado en la aguja.

Empezamos a coser: Rematamos la costura con un nudo

Existen varias formas de rematar una costura. Esta en particular es la más usual y resistente.

1) Una vez que llegamos al final de la línea que pensábamos coser (cualquiera sea el punto utilizado), realizamos una pequeña puntada hacia atrás, sacando nuevamente la aguja por la última puntada dada.

2) Pasamos la aguja entre la puntada que acabamos de dar y la tela (sin pinchar ni la tela ni el hilo, la aguja sólo debe deslizarse entre ambas).

3) Tiramos suavemente del hilo hasta que haya pasado casi completamente e insertamos la aguja dentro de esa lazada que se formó.

4) Ahora si, tiramos con fuerza del hilo para asegurar el nudo que se formó.

5) Cortamos el hilo restante dejando un pequeño extremo para evitar que el nudo se deshaga.

También puede optarse por rematar la costura con una puntada doble o con un nudo enrollado sobre la aguja.

Empezamos a coser: Punto de Bastilla

El punto de bastilla se realiza de derecha a izquierda y es el más básico de los puntos de costura. Tiene aplicaciones muy útiles pero no es recomendable para coser con fuerza dos telas (para eso deberemos recurrir al pespunte).

Empezamos a coser: Puntada doble para evitar el nudo de inicio

Si bien lo más usual es comenzar una costura realizando un nudo en la punta del hilo, también puede empezarse con una puntada doble.

1) Se realiza una pequeña puntada.
2) Hay que cuidar que quede una pequeña parte del final del hilo a la derecha de la puntada.
3) Se vuelve a introducir la aguja realizando el mismo recorrido que en la primera puntada.
4) De esta manera, quedan dos puntadas superpuestas que no se soltaran con facilidad.

Si bien este comienzo da un acabado más prolijo, tal vez resulte un poco menos seguro que el comienzo tradicional con un nudo, por lo que si se desea una mayor resistencia, se pueden aumentar el número de puntadas superpuestas.

Resulta ideal para telas con transparencia en las que el nudo se vería del otro lado o tules, donde el nudo escaparía entre los agujeros.

Empezamos a coser: Cómo hacer el nudo de inicio

Para comenzar a coser debemos cortar un trozo de hilo que no mida más que la distancia entre la mano y el hombro, ya que un largo mayor terminará enredándose mientras cosamos. Una vez que hayamos enhebrado la aguja (podemos hacerlo con la ayuda de un enhebrador si el ojo es muy pequeño o nuestra vista nos falla un poco), debemos hacer un nudo en el extremo más largo del hilo.

1) Para ello, enroscamos la punta del hilo en el dedo índice de la mano derecha.
2) Luego hacemos un movimiento de arrastre entre el índice y el pulgar para que el hilo se enrolle entre los dedos.
3) Seguidamente, tiramos del hilo con la mano izquierda (sin soltar el extremo que tenemos sujeto con la mano derecha).
4) De esta manera, obtenemos un pequeño nudo.

Una forma alternativa es comenzar la costura con una puntada doble (ideal para telas con transparencias o tejido de agujeros muy grandes como el tul o el encaje).

Mantener los hilos en orden

La mayoría de los hilos de coser cuentan con una o dos muescas que permiten guardar el extremo del hilo para que no se enrede en nuestro costurero.

En este link pueden encontrar muchos datos sobre los tipos de hilos de coser que existen y cuál es el más adecuado para cada tipo de trabajo.

Eligiendo el costurero

A medida que las herramientas y materiales de costura vayan aumentando, valdrá la pena invertir en un buen costurero donde puedan guardar con comodidad todos sus "nuevos tesoros" Lo ideal es alguna caja o maletín de tapa transparente con divisiones móviles. La tapa transparente permite conocer el contenido sin necesidad de abrirlo y las divisiones móviles nos dan la posibilidad de personalizar los espacios de acuerdo a lo que tengamos en el momento.

Plancha y Tabla de Planchar

Es realmente útil tener a mano una plancha y una tabla de planchar cuando se está trabajando en un proyecto de costura. Muchas veces será necesario planchar una costura para poder seguir adelante; y tener que ir hasta otra habitación puede resultar muy incómodo.

Desde hace un tiempo cuento con esta pequeña tabla que puedo colocar en la mesa o algún otro lugar donde no moleste. Puedo abrirla y guardarla con rapidez.

En cuanto a la plancha, lo mejor es que sea a vapor y que caliente bien. Una vez me tenté y compré una plancha chiquita que prometía una temperatura casi igual a la de una hogareña. Obviamente terminó al fondo de un placard porque no alcanzaba ni siquiera un suave "tibio".

En este link pueden encontrar más sobre herramientas y materiales de costura.

Tu manual, tu mejor libro de coser

Hay muchos y muy buenos libros de costura, pero el que no puede faltar en sus bibliotecas es el manual de su máquina de coser. En él encontrarán explicaciones sobre cómo se hace cada cosa en su modelo en particular. Porque, si bien coser es algo que más o menos se hace igual con cualquier máquina, cada una tiene sus particularidades y es mejor hacerlo correctamente y no tener que estar adivinando.

Coso hace mucho tiempo, pero cada vez que me encuentro con una nueva máquina, me reconozco un poco perdida. Por eso a mis alumnas siempre les pido que tengan preparado su manual o que me manden los detalles de su máquina para poder hacer un poco de investigación antes de darles una primera clase con su máquina.

Hilos de coser

Si bien la elección del hilo de coser puede parecer algo menos importante (y seguramente menos emocionante que elegir la tela), no es un tema menor, ya que un hilo de mala calidad puede echar a perder todo nuestro trabajo, o al menos hacernos perder bastante tiempo enhebrando la aguja una y otra vez. 

Algunos puntos que nos ayudarán a saber si un hilo es de buena calidad son: que su color sea uniforme y no destiña, que sea resistente y que su acabado sea uniforme para que pueda pasar sin inconvenientes por el ojo de la aguja y soporte la fricción del trabajo de costura. Eligiendo hilos de marcas reconocidas, tendremos estos puntos asegurados.

Ahora bien, descontando que optamos por un hilo de buena calidad, tenemos un nuevo dilema a resolver ¿qué tipo de hilo elegir? En el mercado se ofrecen muchos tipos de hilos distintos, variando el material con que están hechos, el grosor, el aspecto y hasta el tamaño de presentación (desde pequeños carretes hasta grandes bobinas).